11 de agosto de 2008

Se ve el cielo tan azul desde aquí, no sabemos que hacer para darle sentido. Un sentido a esta cosa rara que es vivir. Taxis libres en la ciudad fantasma a las cuatro de la mañana, será mejor seguir jugando. Equivocaciones, pulsaciones. Somos tan imperfectos, y como duele eso, eso también, como todo lo demás. Duele tanto a veces todo. Aunque el cielo sea azul y yo pueda también mirarlo, como una brecha, como un camino. ¡Qué perfecta es la naturaleza! el cielo, la luz, las hojas y la tierra que pisas, las flores que brotan y la tormenta que llena ríos, pantanos y mares que se evaporan formando nubes quietas, nubes blancas y perfectas,tan blancas; y nosotros, tan oscuros, tan distintos y complejos, todos bajo este mismo cielo azul, peleándonos por un pedazo.


2 comentarios:

El eterno subalterno dijo...

Mon ami,

la vida es extraña, y somos imperfectos, algunos más imperfectos si cabe, y los caminos son raros, y tú bien lo sabes (¿cuántas veces lo hemos hablado últimamente?).

Y son las tres menos cuarto de la mañana y las calles huelen a lluvia pasada y en mi mano se quema el tercer último cigarro de la noche. Escucho canciones pasadas, mientras la TV callada emite un concierto de Jazz de una Big Band.

No nos peleemos por los pedazos de cielo, compartámoslos como los buenos vasos de Porto.

Gracias, como siempre y por lo de siempre.

Un abrazo subalterno.

maite sánchez dijo...

Siempre soñé con entenderme. Mientras estoy despierta me consuela saber que hay gente que siempre compartirá su pedacito de cielo con los demás. Un beso y gracias por todo.