Me han vuelto a robar el bolso. Eso me pasa por confiar en la humanidad. Me voy a convertir en una amargada y desconfiada cascarrabias. Llegará ese día, estoy convencida. Pero por el momento, aun no he sufrido los trastornos de la mutación y estoy sumamente triste por la pérdida, y no por la económica -que no es poca y tal y como estoy me va de perlas- sino por la sentimental. Los recuerdos, mi agenda, mi libreta de anotaciones, mis futuros cuentos, mis poesías en servilletas de varios bares, mis mensajes en el móvil, toda una vida. Las últimas fotografías que hice lunes en la playa con un gato que se metía en mi cazadora.
Estoy bastante triste y me siento profundamente estúpida. Mandarme vuestros números de móvil para volver a poner mi vida en marcha.
Un beso a todos,
Lara.
p.d: por cierto, creo que voy a tener que dejar de leer a Vila-Matas. Primero fue el Lejos de VeraCruz (y dije "ya nunca podré volver de Veracruz) ahora han atentado en contra de mi Viaje Vertical. Tendré que cambiar mis gustos, dejar de leer o dedicarme al parchís.
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