9 de febrero de 2008

Nuca de acero

Esta vida para qué. Para esto. Para qué. Para soñar que dos y dos son cinco y que tu estás aquí cuando te necesito. Insisto, para qué. Para ver corretear las gotas de lluvia tras los cristales, de tu coche. O de otro. Para qué. ¿Esta vida?, para reírse de maneras infinitamente serias (como Vila-Matas) y saber que esta vida es un circo. Esta vida es esto. Los momentos. Los instantes ejemplares en que te miro y no me miras. Tu mirada jamás perderá su intensidad inicial. La suya lo roza todo como visto por vez primera. Ver tu tez por primera vez. Tu tez o tu nuca. Nuca de acero. Suave como el algodón. Conduce despacio para que nuestro tiempo no pase. El tiempo no avanza hacia adelante sino que se mueve en círculos. ¿Dibuja?. No, suspira tras las curvas de una mujer. Como tú. No lo sé, el tiempo lo dirá. Cállale, mejor no le hagas hablar. No te das cuenta de la verdad, hace tiempo que nos habla y nos dice al oído cosas del tipo "sois treméndamente estúpidos por no amaros bién". ¡Qué sabrá el viento!. ¡Qué sabrá el tiempo!.

2 comentarios:

un pelegrí dijo...

Tu nuca o nunca.

Unknown dijo...

LA VIDA, LLENA DE MOMENTOS DE UNA EXQUISITEZ EXULTANTE, OTROS DE UNA ESTULTICIA EXHUBERANTE... TANTOS EX- QUE LLENAN NUESTRA VIDA DE MOMENTOS. Y, QUE EL VIENTO, NO LOS HA BORRADO....

T.

(une plaisir, mademoiselle oliveau)