21 de febrero de 2008

Carne y Verso

Que pase el tiempo no significa que se agote. Se agota el aire, en nuestros pulmones, llega la hora de decir adios a un año tras otro. Y más tarde llega el final. Más tarde o más pronto, eso nunca se sabe, lo aprendí ese año, ese último año de unos, unos con unos, con doses, con tres, con nueves. Ahora sigo fluyendo. Por el espacio, que no por el tiempo, que no es mio porque él no tiene dueño. De si mismo, como mi carne que es mia y mis versos que seguiran brotando mientras exista el espacio y la página en blanco. Existiré mientras tenga carne y tenga verso. Sobreviviré todo lo que me quede mientras no me falte sangre y tinta. Y despues moriré, supongo. O moriré antes, quien sabe. Que me degollen, que me presionen el cuello. Pero que me quede el aire. ¿Lo soy? Sí, palabras.

No hay comentarios: